NEW YORK, NEW YORK…

Hola… Justo en estos días de Junio hace 19 años (muy fuerte, 19 años ya) que viajé a Nueva York, y no sé porqué (o sí lo sé…) me dieron unas ganas tremendas de compartir este viaje tan bonito y sus recuerdos en este blog. Disculpad la calidad de las fotos pero hace tantos años que podéis imaginar…

Fue un viaje muy especial por muchos motivos. Especial porque íbamos a ver a una amiga muy especial que se fue un tiempo a vivir allí. Especial por la persona que hacía el viaje conmigo. Especial porque en el momento en el que yo estaba fue muy importante para mí dar el paso de hacer un viaje de esta envergadura (distancia, idioma, etc.), y estoy muy orgullosa de haberlo hecho. Y especial porque fue justo el año de antes a la gran tragedia de las torres gemelas. Cuando veo las fotos todavía no me lo puedo creer, porque además, como veréis en ellas, es que formaban parte del paisaje de Nueva York, daba igual en qué barrio ó zona estuvieras, siempre estaban contemplándonos de fondo. Así que este post va dedicado por supuesto a todas las personas que perdieron la vida en ese atroz atentado, a todas las personas que ayudaron a salvar otras muchas vidas y a la ciudad de Nueva York por luchar después de todo esto para que volviera a ser lo que era, una ciudad con un encanto y una magia “de película”.

La verdad es que lo primero que me llamó muchísimo la atención es que cualquier calle, cualquier lugar, cualquier rincón era tal cual lo ves en las películas. No sé cómo explicar esa sensación pero era como ver con tus propios ojos que todos los lugares y sitios que veías en las pelis existían de verdad, y los personajes de ellas también porque los veías igualmente reflejados en las personas que viven allí y estás viendo por la calle.

Hay personas que han ido a Nueva York y cuentan que llevaban unas expectativas muy altas y que no les gustó tanto como esperaban. La verdad es que ese no fue mi caso. Nosotros tuvimos la gran suerte de conocer la ciudad y muchos de sus rincones más emblemáticos gracias a nuestra amiga que ya la conocía muy bien y fueron un gustazo todos y cada uno de los nueve días que estuvimos allí. Porque Nueva York es de esas ciudades que no sabes cómo pero te va atrapando poco a poco…

Visitamos dentro de Manhattan todos sus barrios más emblemáticos. Chinatown, Little Italy, el Soho, Greenwich Village,…Con unos restaurantes y sitios típicos muy originales y con muchísimo encanto. Ya os digo, tal cual lo vemos en las pelis. Os dejo por aquí algunas fotos…

La visita a Ellis Island, que fuimos en ferry, para ver la Estatua de la Libertad, no te la puedes perder. Allí llegaban barcos y barcos repletos de personas procedentes de Europa y de otros lugares llenos de ilusiones por empezar una nueva vida. Quizás parte del encanto de esta ciudad se debe a que lleva siglos acogiendo a personas de todo el mundo.

Los museos que tiene tampoco te los puedes perder (Moma, Metropolitan Museum, el Guggenheim,…). El campus de la Universidad de Columbia, el distrito financiero con Wall Street, ver un musical en Broadway (nosotros vimos “Miss Saigón”)…Y por supuesto Central Park y Times Square de noche…

También pudimos subir hasta la última planta de una de las torres gemelas, y desde la azotea pudimos hacer fotos como esta que os dejo, con el Puente de Brooklyn al fondo y unas vistas de toda Nueva York que te cortaban la respiración…

Podría contar muchas anécdotas de este viaje, una de ellas por ejemplo, es a quien vimos en la azotea de la torre gemela en la que estábamos…nada más y nada menos que a Cindy Crawford amadrinando una presentación de una marca de gafas de sol. Os diré que era igual o más impresionante de lo que veíamos en la tele.

Mención especial también a sus tiendas y comercios, con ropa y complementos muy chulos y asequibles. Me llamó la atención que hubiera tantas rebajas y ofertas, mi amiga nos explicó que como el índice de consumo era tan alto, las tiendas cada poco tiempo ponían rebajas. Y es que veías que la gente “vivía en la calle”, hacía mucha vida fuera de sus casas y eso se notaba en la ciudad y en su ambiente.

Terminaré este post pidiéndole al Universo, como bien explicaba en el anterior de “Aladdín y nuestra lámpara de los deseos”, que me conceda volver a Nueva York, a disfrutar de sus rincones y de esa sensación tan bonita de sentirte ciudadana del Mundo…

Que paséis muy buen fin de semana y que la Fuerza de la ciudad de Nueva York os acompañe siempre…

¡Hasta la semana que viene!