Hola a todos…¿Cómo estáis? Espero que lo mejor posible teniendo en cuenta la situación determinada que cada uno esté viviendo con respecto al coronavirus y la cuarentena. Estés donde estés, mucho muchísimo ánimo desde aquí y como decía en mi post anterior (lee aquí “Cómo transmutar nuestro miedo y nuestra rabia”), vamos a estar todo lo más arriba que podamos para podernos ayudar y sostener entre todos.
Esta semana es Semana Santa. Una semana en la que muchos se habrían ido de viaje, de vacaciones, otros la vivirían en la calle, con las procesiones, otros con la necesidad de estar más “hacia dentro”, etc. Sin embargo, la de este año nos lleva a un obligado “recogimiento” desde nuestras casas, balcones, terrazas y ventanas. Es curioso porque en el post que publiqué el año pasado en Semana Santa os recomendaba activar “el modo perruno” porque era muy necesario parar por los ritmos que llevamos en todo lo que hacemos y en nuestra vida (te recomiendo que lo leas ó releas aquí “El descanso…En modo perruno”). Y ahora, ha sido la vida la que nos ha parado de golpe y por un tiempo, porque entre otras muchas cosas, estos ritmos ya no se podían sostener más…
Así que os recomiendo que a pesar de las ganas que tenemos de volver a recuperar nuestra libertad, que por lo menos aprovechemos para vivir ahora todo lo que podamos en “modo perruno”. Seguimos teniendo muchas responsabilidades y quehaceres cotidianos, familiares y laborales, dependiendo de la situación de cada uno, pero espero que tu máxima responsabilidad sigas siendo tú mismo. Porque si tú estás bien, podrás cuidar a los tuyos y estar bien con los demás. Aunque ahora, para muchos sean casi todos los días iguales, intentad diferenciar entre fin de semana y días ordinarios, ahora con la Semana Santa también. Cambiar rutinas y hábitos que le digan a nuestro cuerpo que estamos descansando, en recogimiento o en “modo perruno”.
Por aquí os dejo a nuestro “pequeño” Merlín como ejemplo (pincha aquí para saber quién es Merlín “Celebra la vida (2a parte)). Él activa su modo perruno a la perfección, y después de jugar muchísimo (esos son sus quehaceres de cachorro), sabe lo que su cuerpo necesita luego.
Os dejo también el enlace a mi canal de YouTube con el vídeo de esta semana de una meditación guiada para conectar con el Espíritu del Bosque y con nuestra calma interior. Creo que os puede ayudar a bajaros de todo el ruido mental y las preocupaciones, y acceder a un lugar que todos tenemos dentro de nosotros donde sólo existe la calma y La Paz, y desde ahí, poder vivir también una Semana Santa diferente, en la que hagas lo que realmente quieras y necesites, sea lo que sea…
Para terminar, antes de la meditación, me despido con un poema precioso que se ha hecho viral (y nunca mejor dicho…) de Kitty O’Meara. Os habrá llegado a muchos por redes sociales, y creíamos todos que se había escrito en el año 1800 durante la epidemia de peste, tal y como ponía en el principio del texto. Bueno pues parece ser que no es así, su autora es de nuestra época, es una antigua maestra y asistente espiritual en hospicios y hospitales de Estados Unidos que se ha inspirado en la situación actual que estamos viviendo con respecto a la pandemia de coronavirus. Lo publicó en su Blog y ella misma está muy sorprendida de la difusión tan impresionante que ha tenido y en los idiomas que se ha traducido. Sea cual fuera su origen o época, le agradezco a Kitty enormemente escribir algo tan bonito y que llega directo al corazón…
“Y la gente se quedaba en casa.
Y leía libros y escuchaba.
Y descansó e hizo ejercicios.
E hizo arte y jugó.
Y aprendió nuevas formas de ser.
Y se detuvo.
Y escuchó más profundamente…
Alguno meditaba.
Alguno rezaba.
Algún otro bailaba…
Alguien se encontró con su sombra.
Comenzaron a pensar de un modo diferente.
Y la gente sanó.
Y en ausencia de personas que vivían de forma ignorante, peligrosa, sin sentido y sin corazón,
incluso la Tierra comenzó a sanar.
Y cuando el peligro terminó
y las personas se reencontraron,
lloraron por los muertos.
Y tomaron nuevas decisiones.
Y soñaban con nuevas visiones.
Y crearon nuevas formas de vida.
Y curaron completamente la Tierra.
Así como se curaron ellos.
Tanto el post pasado como este, los dos me llevan a lo mismo…era momento de parar y poner en práctica muuuchas cosas que he ido trabajando. A veces, tarda mucho en llegar el sentido de experiencias anteriores.
Que importante es ser con los demas y que sean con nosotros compresivos y compasivos…esta situación es vivida por todos, cada uno con sus circuntancias.
Yo también me siento agradecida por lo que dispongo a mi alrededor con respecto a otras personas, y sorprendentex viviendo una Semana Santa que nunca creì vivirla asì.
Me despido y en breves encended una vela blanca, preparándonos para la Feliz Pascua de Resurrección.
La vida nos trae siempre grandes regalos y sorpresas si nos abrimos a ello…Feliz Pascua de Resurrección Sara. Un abrazo enorme ??