Hola…Cuando pensamos en un fin de semana relajante y para descansar uno suele pensar en la playa, en la sierra, pero… ¿y si nos fuéramos a un monasterio a desconectar y a descansar? Esto fue lo que hice hace varios fines de semana y como me encantó la experiencia, creo que se merecía dedicar un post a ella…
Mi experiencia ha sido un poquito más intensa porque yo iba a un retiro de silencio que organizó y dirigió mi compañera Magdalena Rodríguez (psicóloga) con un grupo de personas. Ya os había hablado de estas experiencias de silencio en el post “No me chilles porque te veo”, pero vivirla en un monasterio, y más concretamente, en este monasterio en el que vivió sus últimos meses y murió San Juan De la Cruz, ha sido toda una experiencia muy enriquecedora. Y ahora os cuento por qué…
Yo he pasado, desde que era niña, por muchas y muy diferentes etapas con respecto a mi posicionamiento en la religión y en la espiritualidad, que son dos cosas diferentes aunque haya muchas personas que se empeñen en identificarlas como lo mismo. Y si algo he aprendido en todo este tiempo es a intentar no juzgar ningún camino. Si yo siguiera teniendo los mismos prejuicios que tuve en determinados momentos de mi vida, no me habría podido permitir vivir este fin de semana, y me habría perdido muchas cosas bonitas que he podido experimentar.
El monasterio de San Juan De la Cruz está situado en Úbeda (Jaén), en una de las zonas amuralladas de la ciudad y con unas vistas espectaculares. Al morir San Juan en 1.591, lo que fue una casa más pequeña se convirtió en el monasterio que hoy vemos. Sólo puedo deciros que después de estar dos días, tú no sales de allí igual que entraste…
Me hizo mucha gracia que varias personas me preguntaran antes de irme si no me daba miedo ir a un monasterio tan antiguo. Creo que casi todos tenemos en mente la maravillosa película “El nombre De la Rosa” en la que los actores Sean Connery y Christian Slater interpretan a dos monjes que investigan varios asesinatos en un monasterio. Bueno pues a pesar de que yo he sido siempre una persona miedosa, como os he dicho antes, intento que me afecten lo menos posible ciertos prejuicios y también ciertos condicionamientos que vienen del cine que hemos visto (que dicho sea de paso, son bastantes más de los que muchas veces tenemos consciencia). Así que fui muy contenta porque me sentía afortunada de poder vivir esta experiencia. Sí que le temía al hecho de haberlo idealizado demasiado y luego llevarme “un chasco”, pero no fue así…
Mi gran descubrimiento ha sido el poder conocer más cosas sobre San Juan De la Cruz y la energía que dejó este hombre en este lugar, y cómo todos los hermanos de su orden, los Carmelitas Descalzos, siguen manteniéndola de una forma preciosa y muy respetuosa, fomentando todos los valores que él tenía y por los que trabajaba. Leyendo cualquier fragmento de sus obras, de su poesía, nos podemos hacer una idea de la riqueza humana y espiritual de este hombre, pero es que su humildad, su sencillez y su profundo sentido de la justicia están en cada rincón de este monasterio, calando en tu corazón de una manera que no puedo explicar.
El monasterio tiene una parte habilitada para personas que quieran estar allí varios días, escribiendo, meditando, pintando, paseando por su jardín con unas vistas espectaculares, etc. (a mí me despertó mucho la creatividad, ya que me gusta pintar y llevaba tiempo sin hacerlo y allí volví a hacerlo). Dispone de varias habitaciones individuales y dobles con su baño, calefacción y wifi, además de varias salas de grupo para que puedan reunirse las personas que van a hacer algún curso o taller previamente organizado (este año han hecho también seminarios de cine y cursos de introducción al Zen). Todas las estancias son sencillas y muy cómodas, tienes unos horarios para las comidas (que por cierto estaban buenísimas) y mucho tiempo para impregnarte de un lugar con mucha energía de paz y de calma. Allí parece que el tiempo no existe…
Su jardín y su huerto tienen rincones muy bonitos en los que te sientas y no quieres moverte de allí porque cualquier cosa que mires a tu alrededor es bonita. Y un gato que se pasea por el jardín que es un “puntazo”, que en algunos momentos me recordaba a Spiderman dando saltos y en otros me recordaba la importancia de la quietud y el descanso.
El monasterio tiene también un museo con pinturas y esculturas de gran valor que no tiene desperdicio, y que nos enseñaron el último día, contándonos anécdotas muy interesantes. Y es que, aunque el monasterio de San Juan De la Cruz es una casa de espiritualidad, por lo que pude ver, los Carmelitas Descalzos son una orden que también le da mucho valor a todo lo relacionado con la cultura.
Pero si hubo un lugar que me “desarmó” por completo fue la capilla en la que rezaba San Juan. Me hubiera quedado todo el tiempo del mundo…Allí las noches oscuras del alma que tan bien describió San Juan se vuelven luz y amor. Y es que algo que me han recordado él y sus sucesores, aunque yo ya lo sabía pero es bueno recordarlo de vez en cuando, es la importancia de los espacios en los que estamos, en los que vivimos, en los que trabajamos, la energía y el cuidado que ponemos en ellos. Porque un lugar puede ayudarnos a curar muchas cosas, ya que todo lo de fuera es un reflejo de nuestro interior pero al contrario también lo es…
Así que os animo a que en algún momento de estas aceleradas vidas que llevamos todos, os permitáis vivir una experiencia de este tipo si os apetece. Os dejo por aquí la web de este monasterio y casa de espiritualidad: www.sanjuandelacruzubeda.com
Y termino, como no, con unas palabras que me encantan de este hombre tan sabio, que fue y es, San Juan De la Cruz…
”El alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa”.
Que la Fuerza de San Juan De la Cruz os acompañe siempre…
¡Hasta la semana que viene!
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Sin duda fué un fin de semana de descubrimiento del espacio interno y externo!!.?
Desde luego que sí Nina…Que bonitos descubrimientos…
Un abrazo guapa?
Un espacio privilegiado, una acogida generosa y entrañable y una experiencia que aún me provoca emoció. Todo un regalo. Mil gracias por compartir la experiencia y seguirla haciendo resonar, para los que buscan el encuentro en el silencio. Un abrazo
Gracias a ti Magdalena por hacerla posible. Te digo lo mismo q le he dicho al Prior Antonio Ángel, sólo intento escribir con sinceridad y desde el corazón mis experiencias.
Un abrazo enorme ?
Me ha encantado leerte, pero al mismo tiempo » me removia» y sentía algo de inquietud…y es que considero que hay que estar preparado para ello y » conocerte» descubriendo en que momento estás.
Es una de las cosas que quiero vivir, me encantaría y algún dia lo haré ☺️.
Gracias por el post!! ?
Gracias a ti Sara x compartir. Es cierto q para un fin de semana de silencio hay q estar en el “punto” ó en el momento de hacerlo, pero una vez q atraviesas esa barrera de lo desconocido, dos días te saben a poco y necesitas más… De todas formas en este monasterio se organizan experiencias y cursos de distintos tipos, y tanto en grupo como de forma individual puedes estar unos días allí, en retiro de silencio o no.
Estoy segura q lo experimentarás pronto.
Un abrazo grande ?
Fantástico lugar y por lo que cuentas, fantástica experiencia.
Teniendo estos lugares tan cerca, y no aprovecharlos y disfrutarlos…. No sabemos lo que tenemos.
Muchas gracias Virginia y precioso tu post!!! ??
Pues si Javi, en Jaén, nuestra provincia, tenemos lugares estupendos y muy variados para ver y para descansar. Creemos muchas veces q lo más lejano siempre es mejor y no es así…
Un abrazo!?
Gracias Virginia por compartir tu experiencia.
Y me resuena tanto eso de cuidar la energía del espacio y la que ofrecemos!
Gracias
Gracias a ti Carmen! Si q es mucho más importante cuidarla de lo q tenemos consciencia muchas veces…
Un abrazo!?