CONÓCETE A TI MISMO Y… VENCERÁS

Hola… Siempre he pensado que el autoconocimiento es una de las mejores herramientas que puede tener el ser humano para todo. Cuando hablo de autoconocimiento no me refiero a «sé que me gusta el color verde» ó «me gusta la tortilla de patatas». Me refiero a conocerse cada uno de verdad, con profundidad y de corazón. Y lo más importante, sin miedo a descubrir cómo somos realmente y en esencia. Porque como decía en el primer post de este blog («Yo Soy…La que Soy…»), ¿qué versión soy de mí mismo ó misma?, ¿estoy interpretando algún personaje de los que he ido creando, consciente ó inconscientemente, para ser aceptado, sobre todo por mis seres queridos?

En el autoconocimiento está la clave para saber dónde están nuestros verdaderos dones y también debilidades. Y actuar en consecuencia a lo que realmente somos. Pero en este camino del autoconocimiento es casi imposible no pasar por una fase, la del perdón… El perdón, sobre todo a nosotros mismos, por todo lo que sintamos que no hemos hecho según los dictados de nuestro corazón, por el daño que hayamos podido hacerle a los demás ó a nosotros mismos. Cuando nos perdonamos a nosotros mismos cruzamos una barrera que nos lleva a vivir sin una carga muy pesada que es invisible pero que está ahí. Puede que no sea tu caso, pero si lo es la paz interior que trae el perdón no tiene precio… Sólo de esta forma podremos nosotros perdonar también a quien nos ha hecho daño, de verdad y de corazón.

Nuestra Madre Tierra nos ofrece pequeños trocitos de su alma para poder ayudarnos a todo esto. Por ejemplo todos los cristales que se forman en ella. Y uno muy apropiado para acompañarnos en este camino del conocimiento y del perdón es el cuarzo rosa. Un cristal precioso que si lo llevamos con nosotros, cerca del corazón mejor, nos aporta serenidad, calma, perdón y poder estar en paz con la vida y con uno mismo.

Os propongo un pequeño ejercicio para conectar con nuestro corazón y con nuestra sabiduría interior…

Podemos tumbarnos un ratito cómodamente, ponernos una música tranquila que nos guste y vamos haciendo respiraciones profundas, cogiendo aire despacio por la nariz, llevándolo hasta el abdomen si podemos (ó hasta donde podamos) y soltándolo despacito por la boca. Cuando vayamos siguiendo el ritmo de nuestra respiración y vayamos bajando de «revoluciones» situamos suavemente nuestras manos en el corazón, cruzadas una sobre otra, formando como unas alas. Y seguimos atentos a nuestra respiración. Poco a poco nos iremos adentrando en nuestro mundo interior, un lugar donde no hay estrés ni prisas, es…tu hogar. Intentamos dejar la mente libre de juicios e ir conectando con las sensaciones y/o imágenes que se nos vengan, acogiendo esa información como detalles y pistas de nuestro auténtico Yo Soy. Si tienes un cuarzo rosa puedes ponerlo en tu corazón durante esta práctica.

No te agobies si no consigues la relajación esperada el primer día. La práctica en esto es necesaria ya que nuestra mente está muy sobreactivada y lleva un tiempo que pueda estar más en calma.

En el menú de esta página, en la pestaña Talleres, está el taller «Conecta con tu corazón…», en el que vemos todo lo que estoy hablando aquí. El domingo 17 de Marzo por la mañana impartiré este taller, con una novedad muy importante incorporada y es que habrá música en directo para todas las prácticas. En otro post os explicaré todo con detalle.

Espero que os deis la oportunidad de probar este ejercicio que os propongo. Ánimo que cuesta menos de lo que pensáis… Y ya sabéis… Que la Fuerza os acompañe… Y por supuesto…Que la Fuerza del Conocimiento os acompañe siempre…

¡Hasta la semana que viene!